Mi experiencia en la MBFWMadrid 2018
Hoy vengo a contaros como fue mi primera (y única) vez en la Mercedes Benz Fashion Week Madrid.
Antes de nada, me gustaría recalcar que me limito a opinar sobre lo que vi y a describir mi experiencia personal; no pretendo generalizar ni explicar de qué manera funciona este acontecimiento dado que apenas he tenido contacto directo con él, así que mi única motivación es compartirlo con todos vosotros sin ninguna otra pretensión.
Bueno, vamos al lío.
Para el que no lo sepa, la MBFWMadrid es el nombre que se le da a la antigua Pasarela Cibeles, la semana de la moda de Madrid. Es junto a la 080 de Barcelona el evento más importante de moda en nuestro país, donde los más prestigiosos diseñadores exponen y presentan sus creaciones, así como jóvenes emergentes en la llamada Samsung Ego. Se celebra en el recinto ferial de IFEMA, salvo desfiles puntuales que tienen como ubicación otros emplazamientos. Se presenta 2 veces al año, siguiendo el modelo internacional por el que las colecciones se dividen en S/S (Spring/Summer) y F/W (Fall/Winter).
Una de las cuestiones que más interesa a todos aquellos que desean asistir a este evento es cómo conseguir las entradas. Es importante saber, que a diferencia de otras pasarelas o desfiles, las entradas no están a la venta. No obstante, son varias las formas de conseguirlas y poder vivir la experiencia en vivo: sorteos, contactos, solicitarlas al diseñador (y tener suerte) o pertenecer al equipo de prensa.
En mi caso, tuve la oportunidad de poder asistir gracias a una invitación de uno de los patrocinadores. No era la primera vez que pisaba IFEMA ni que me dirigía hasta allí con motivo de la MBFW; el año anterior había ido a curiosear a lo que se conoce como el "Cibelespacio", un recinto en el que los patrocinadores se dan cita para promocionar sus productos, regalar revistas y obsequios a los visitantes, poner a su disposición photocalls y alguna que otra actividad. En resumen, es básicamente un lugar donde pasar el rato, indagar y hacerse unas fotos. No es raro ver pasar a algún/a modelo camino al backstage o a algún artista dirigiéndose al "Kissing Room".
La invitación incluía entradas para los desfiles de García Madrid y Miguel Marinero, ambos el domingo 28 de Enero, a las 14:30 y a las 16:00h respectivamente. Cada uno de los pases incluía una entrada en el Kissing Room, el espacio donde tiene lugar un pequeño cocktail justo después del desfile en presencia del diseñador.
Nada más llegar, me dirigí al stand del patrocinador donde me dieron las entradas. Con ellas, accedí al recinto, pasando previamente por el Cibelespacio. Aproveché para dar una vuelta por esta zona ya que había llegado con tiempo suficiente, y me tomé un café en el stand de Kaiku Caffe Latte. Me pareció que en esta edición había una mayor oferta de actividades, así como un mayor número de gente; siempre está a rebosar.
El primer desfile era el de García Madrid, en la sala Bertha Benz. García Madrid es una firma de moda masculina, especializada en la sastrería a medida.
El acceso al desfile fue rápido y sin ninguna sorpresa. Ver la pasarela de la MBFWM por primera vez sorprende, y mucho más cuando empiezan a desfilar los modelos. Por no hablar del carrusel. No me quiero imaginar cómo será asistir a la PFW o la NYFW.
Al contrario que el acceso, la espera una vez dentro fue larga. Más tarde me di cuenta que es algo normal: acaban de llegar los asistentes, los fotógrafos se acercan al front row, etc. Al fin y al cabo una forma hacer que el público se impaciente.
García Madrid presentó una colección que combinaba la sastrería clásica con toques modernos y urbanos, reinterpretándola. Me sorprendió ver a modelos que reconocí como Xavi Serrano. Una vez empieza el show, todo se acelera y los flashes inundan la oscuridad.
Al acabar el primer desfile, comí y me dirigí directamente a la sala Mercedes Benz donde a las 16:00h Miguel Marinero presentaba su colección. Marinero es un reconocido peletero, y haciendo gala de su fama, las pieles fueron las grandes protagonistas.
En esta ocasión, una vez estaba haciendo la cola, sí pude ver cómo por otro acceso, en una cola mucho más larga, aquellos que se habían acercado a IFEMA y no tenían invitación esperaban poder entrar. Según tengo entendido, la posibilidad de acceder sin entrada no es habitual pero en algunas ocasiones los primeros de la fila lo consiguen. Y estaban de suerte, porque un pequeño grupo de jóvenes lo logró.
El desfile fue espectacular. El ambiente y la atmósfera creada por Marinero era única. La música, la escenografía, el decorado. Todo combinaba a la perfección. También desfilaron modelos cuya cara me era familiar, como Neus Bermejo o Marta Ortiz.
Don't Stop Me Now fue la canción elegida para acompañar el carrusel final. Queen puso el broche de oro a una colección brillante.
Una vez finalizado el desfile, la sala se vacía rápidamente ya que son muchos los desfiles que se celebran cada día.
Mi experiencia en la MBFW llegaba a su fin, con una nota de 10/10.